Madrugadores de Los Pinos

Hermanos del Alba, nacen el 03 de Agosto del 2002 como una comunidad de varones unidos en oración por la salud de Josefina Magasich. Luego que el Padre Eterno la llamara a su Reino, estos varones madrugadores seguimos peregrinando hasta la Ermita, en donde la Jose, se ofreció como fundamento de nuestro Santuario. ELLA ES EL PRIMER LADRILLO DE NUESTRO SANTUARIO.

sábado, diciembre 22, 2007

PREPAREMOS EL PESEBRE

EN NUESTRA MADRUGADA DE HOY PUDIMOS TENER UN MOMENTO DE ADORACIÓN AL SANTISIMO, ASI QUERÍAMOS PREPARARNOS PARA ESTA NAVIDAD, ESCUCHAMOS DE SOLILOQUIOS DE BELEN "EL ASNO" ( se adjunta el texto más abajo ), Y NOS DEJAMOS UN MOMENTO PARA COMPARTIR NUESTRA ORACIÓN Y RECIBIR TAMBIÉN LA COMUNIÓN.

POR SUPUESTO LA FOTO DE RIGOR ENTRE LOS PINOS, EL SANTUARIO Y EL PESEBRE Y LUEGO A COMPARTIR UN RICO DESAYUNO.

EL PASADO JUEVES 20, PUDIMOS REPRESENTAR A NUESTRAS COMUNIDADES DE MADRUGADORES DE LA ZONA EN LA CELEBRACIÓN DE LOS 4 AÑOS DE SACERDOCIO DEL PADRE CRISTIÁN MOYA.

NOS UNIMOS A SU ALEGRÍA Y AGRADECEMOS POR TODO SU APOYO Y COMPROMISO CON NOSOTROS, CUENTE CON NUESTRA ORACIÓN .

DESEAMOS A CADA UNO QUE TENGAN UNA HERMOSA NOCHE BUENA JUNTO A SUS FAMILIAS Y SERES QUERIDOS, QUE EL SEÑOR BENDIGA A CADA UNO CON SU NACIMIENTO.

AFECTUOSAMENTE
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MADRUGADORES DE LOS PINOS
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De Soliloquios de Belén.... El Asno...
Dios ha querido que antes de morir viera cosas maravillosas. ¡Todas las noches aquí dentro, en las tinieblas, cansado y triste, pensando en mi vida desgraciada, sin otra compañía que un buey que rumia o un ratón que roe!
Ahora, en cambio, me parece estar en el corazón del mundo. Un esplendor que palpita, un cántico que baja de los cielos, una mujer más bella que las otras mujeres, un niño que roba el sosiego a quien le ve.
Yo no soy un sentimental, como mi blanco compañero, y tampoco un supersticioso, como mi dueño. Y, sin embargo, tendría ganas de arrodillarme como hacen estos cabreros que han acudido aquí, corriendo, como si los hubiera convocado un Dios.
También yo he rodado lo mío; una vez he estado en Damasco y seis veces en Jerusalén. Pero no recuerdo un prodigio como éste, nunca me he sentido tan feliz como esta noche.
Esa joven que inclina su rostro bellísimo y pálido sobre el fruto de su sangre, casi me hace llorar por no sé qué nueva ternura. Y ese hombre anciano que contempla a la mujer y al niño como si estuviera arrebatado a la felicidad por un sueño.
Y esos pastores que tienen la cara más enrojecida por la alegría que por el reflejo de las llamas. Y esa criatura dulcísima tendida en el pesebre, que contempla a todos como si los quisiera consumir con su corazón.
Ese no es hijo de hombre. He oído decir a los pastores que les fue anunciado el nacimiento de un Dios. Cuanto más lo miro, más me parece verdad. Los hombres no tienen esos ojos, no exhalan ese fulgor.
¡Y pensar que yo lo he visto nacer, yo, pobre bestia de carga despreciado por todos! ¿Por qué misterio ha querido iniciar su vida aquí, en este pedazo destartalado, destinado a nuestros morros hambrientos?
¿Por qué arcana razón soy digno de ser espectador de un portento tan increíble: el nacimiento de un Dios?
Soy el último de los animales de la tierra, soy un pobre saco de piel llagada y de huesos molidos; pero no me eches, Niño; permíteme a mí amar a Aquel que un día quiso crear hasta a mí.